“Al principio fue un sonido, o el Logos, si lo prefiere”
G.I. Gurdjieff
Dentro del sistema de Gurdjieff la música ocupa un papel principal. Siguiendo las leyes matemáticas que gobiernan la vibración del sonido crea – junto a su discípulo Thomas de Hartmann – una serie de piezas que traducen para el oído humano la estructura, los movimientos y el funcionamiento del Kòsmos.
La particular relación entre tonos, sonidos y frecuencias vibracionales que encontramos en esta música, evoca sensaciones y sentimientos que nos llevan a los niveles más profundos del Ser. Podemos sentir cómo su escucha eleva nuestra frecuencia y alimenta el alma.
En sintonía con el arte y la ciencia antiguos, en estas composiciones los cánones estéticos provenientes de las personalidades y subjetividades de los artistas son dejados atrás en aras de reflejar la Belleza, la Verdad y la Bondad capaz de recordarnos nuestro vínculo con la Creación y Su Fuente.